Cientos de indígenas de la Amazonía boliviana ultiman preparativos para comenzar en las próximas horas su segunda marcha hacia a La Paz en menos de un año, para rechazar la construcción de una carretera a través de la reserva natural Tipnis, informó hoy uno de sus máximos dirigentes.
El presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente de Bolivia (Cidob), Adolfo Chávez, dijo a Efe por teléfono desde la ciudad amazónica de Trinidad que aún esperan la llegada de más nativos que participarán en la caminata.
Agregó que en Trinidad, capital del departamento norteño de Beni, fronterizo con Brasil, llovió torrencialmente la pasada noche y esta mañana, pero que aún así lograron llegar hasta allí los nativos del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), que viajaron gran parte de su trayecto por ríos.
Desde Trinidad al corazón de la reserva ecológica hay dos jornadas de navegación fluvial.
"Estamos casi con todo listo, aguardamos la llegada de una embarcación más. Esperamos que esto se supere y también que el tiempo mejore, porque está feísimo, ha llovido bastante", dijo Chávez.
Apuntó que también están pendientes de la salud del dirigente Fernando Vargas, líder de las etnias del Tipnis, que está sometido a exámenes porque los médicos temen que sufra dengue, enfermedad endémica de la zona, lo cual le obligaría a reposar seis días.
Los indígenas eligieron comenzar su caminata en Trinidad, a más de 500 kilómetros de La Paz, tras no poder reunirse en el pueblo amazónico de Chaparina, primer punto de encuentro, por el bloqueo de rutas por partidarios del presidente Evo Morales que respaldan la carretera.
Los nativos temen el impacto ecológico de esa vía en la reserva natural y reclaman a Morales, mestizo de origen aimara, que respete la ley que promulgó en 2011 para frenar definitivamente las obras, de la que el mandatario se arrepintió tras una contramarcha de cocaleros y otros partidarios del Gobierno.
La carretera la construye la empresa brasileña OAS y está financiada por un banco estatal de esa potencia regional.
El Tipnis está conformado por 1,2 millones de hectáreas del centro de Bolivia, entre los departamentos de Cochabamba y Beni, donde viven 14.000 indígenas de las etnias trinitaria-moxeña, yuracaré y chimán, en medio de un extraordinario hábitat animal y vegetal.
Bolivia: marcha de indígenas desde la Amazonía hasta La Paz
Los nativos bolivianos iniciaron una caminata para protestar contra la construcción de una ruta que va a atravesar una reserva natural.
Los indígenas marchan en defensa del TIPNIS en Bolivia - AFP
Grupos de indígenas de Bolivia realizan una marcha desde la Amazonia hasta La Paz, con una demanda de siete puntos entre los que figura el rechazo a la construcción de una carretera por una reserva indígena, dijo el líder nativo Adolfo Chávez.
"Se ha consensuado una plataforma de demandas de siete puntos. El principal es el respeto a la Ley 180 que prohíbe expresamente la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos" por el parque TIPNIS, afirmó Chávez en contacto con periodistas locales en Trinidad, noreste de Bolivia.
Trinidad, capital del departamento amazónico de Beni, es el punto de partida de una marcha a La Paz, la segunda en menos de siete meses, para rechazar un tramo de 172 km de una ruta que partiría en dos la reserva ecológica TIPNIS, en el centro del país y rica en flora y fauna.
"Tenemos otras demandas, como el rechazo a una consulta (indígena) que quiere realizar el gobierno y el esclarecimiento de la represión en Chaparina", en un poblado amazónico el año pasado, cuando la policía intentó sin éxito desarmar por la fuerza la anterior caminata, dijo Chávez.
También piden agilizar la titulación de tierras, el tratamiento de leyes en favor de los aborígenes y el respeto a las organizaciones del sector.
Los indígenas, en una reunión el miércoles en Trinidad, acordaron comenzar el viernes la caminata de 600 km hasta La Paz, que les demandará de seis a ocho semanas.
La caminata tuvo que ser retrasada dos días a raíz del corte de rutas de los pobladores que apoyan la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos. Sin embargo, tras una gestión del gobierno la medida fue levantada.
"Esa ruta esta libre y despejada", confirmó en La Paz el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero.
Lazaro Tacoo, otro dirigente indígena, dijo que aún no se tiene una cifra de cuántos nativos realizarán la caminata, aunque afirmó que "las marchas comienzan con pocas personas y en la medida que avanza se va engrosando".
Entre tanto, sindicatos de transportistas de los departamentos amazónicos de Beni y Pando anunciaron que realizarán "una caravana hasta La Paz (...) porque apoyamos la carretera por el TIPNIS", según su dirigente Eduardo Fernández.
En septiembre pasado, los indígenas amazónicos hicieron otra caminata con la misma consigna. Cuando llegaron a La Paz obligaron al presidente Evo Morales a aprobar una ley para vetar la carretera, adjudicada a la firma brasileña OAS, que pretende embolsar 415 millones de dólares por las obras.
Sin embargo, semanas después de esa marcha, el gobierno organizó otra de colonos afines a la construcción de la ruta, por lo que el poder Ejecutivo retomó la idea de construir la vía.
Para facilitar su plan, el régimen de La Paz impulsa una consulta indígena para que los lugareños del TIPNIS decidan si quieren o no la construcción de la vía y ha desplegado una intensa campaña con regalos y promesas de obras.
El poder Ejecutivo considera que la nueva ruta generará desarrollo regional.
"Se ha consensuado una plataforma de demandas de siete puntos. El principal es el respeto a la Ley 180 que prohíbe expresamente la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos" por el parque TIPNIS, afirmó Chávez en contacto con periodistas locales en Trinidad, noreste de Bolivia.
Trinidad, capital del departamento amazónico de Beni, es el punto de partida de una marcha a La Paz, la segunda en menos de siete meses, para rechazar un tramo de 172 km de una ruta que partiría en dos la reserva ecológica TIPNIS, en el centro del país y rica en flora y fauna.
"Tenemos otras demandas, como el rechazo a una consulta (indígena) que quiere realizar el gobierno y el esclarecimiento de la represión en Chaparina", en un poblado amazónico el año pasado, cuando la policía intentó sin éxito desarmar por la fuerza la anterior caminata, dijo Chávez.
También piden agilizar la titulación de tierras, el tratamiento de leyes en favor de los aborígenes y el respeto a las organizaciones del sector.
Los indígenas, en una reunión el miércoles en Trinidad, acordaron comenzar el viernes la caminata de 600 km hasta La Paz, que les demandará de seis a ocho semanas.
La caminata tuvo que ser retrasada dos días a raíz del corte de rutas de los pobladores que apoyan la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos. Sin embargo, tras una gestión del gobierno la medida fue levantada.
"Esa ruta esta libre y despejada", confirmó en La Paz el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero.
Lazaro Tacoo, otro dirigente indígena, dijo que aún no se tiene una cifra de cuántos nativos realizarán la caminata, aunque afirmó que "las marchas comienzan con pocas personas y en la medida que avanza se va engrosando".
Entre tanto, sindicatos de transportistas de los departamentos amazónicos de Beni y Pando anunciaron que realizarán "una caravana hasta La Paz (...) porque apoyamos la carretera por el TIPNIS", según su dirigente Eduardo Fernández.
En septiembre pasado, los indígenas amazónicos hicieron otra caminata con la misma consigna. Cuando llegaron a La Paz obligaron al presidente Evo Morales a aprobar una ley para vetar la carretera, adjudicada a la firma brasileña OAS, que pretende embolsar 415 millones de dólares por las obras.
Sin embargo, semanas después de esa marcha, el gobierno organizó otra de colonos afines a la construcción de la ruta, por lo que el poder Ejecutivo retomó la idea de construir la vía.
Para facilitar su plan, el régimen de La Paz impulsa una consulta indígena para que los lugareños del TIPNIS decidan si quieren o no la construcción de la vía y ha desplegado una intensa campaña con regalos y promesas de obras.
El poder Ejecutivo considera que la nueva ruta generará desarrollo regional.
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