Un día después de finalizada la Conferencia Mundial de Pueblos sobre el Cambio Climático, y tras un mar de anuncios, especulaciones e iniciativas, surge inevitable pasar en limpio y clarificar cuáles fueron los principales puntos acordados en el seno de este encuentro.
Cabe aclarar que cada una de las propuestas fue integrada en una declaración final denominada Acuerdo de los Pueblos (ver documento anexado) que fija las conclusiones alcanzadas en Cochabamba y los pasos que deberá dará el planeta en procura de la crisis ambiental existente.
Todas estas propuestas serán presentadas ante las Naciones Unidas por una delegación que representará a la Conferencia de los Pueblos, la cual estará presidida por el propio mandatario boliviano, Evo Morales. El objetivo es que las resoluciones sean debatidas en el propio seno de la Cumbre de Cambio Climático que se realizará en Cancún desde fines de noviembre, con la presencia de representaciones gubernamentales de todo el mundo.
Uno de los principales (y ambiciosos) puntos acordados en Cochabamba contempla la reducción global de emisiones de gases de efecto invernadero en un 50 por ciento hasta el 2020. Se trata de una iniciativa fijada por una comisión de trabajo que se abocó a estudiar el nivel de acatamiento de Protocolo de Kioto (acuerdo internacional alcanzado en 1997, sin el aval de Estados Unidos, que tiene por objetivo reducir las emisiones gases que causan el calentamiento global).
También se acordó pedir la nulidad de la fracasada Cumbre de Copenhague a la vez que se determinó que, de manera conjunta, todos los países trabajen en la disminución de los gases de efecto invernadero.
En rigor, el documento final de la cumbre pide bajar la emisión de gases en un 40 por ciento hasta 2020, para que el nivel de temperatura baje en 2 grados centígrados y así se eviten desastres naturales a escala global. Con esta propuesta, se busca que la temperatura promedio en el mundo suba en sólo 1,5 grado centígrado.
Desde un Tribunal de Justicia hasta un referéndum mundial
Otra iniciativa fundamental contempla la creación de un Tribunal Internacional de Justicia, con sede en Bolivia (sería en Cochabamba) que procese y sancione a los infractores de acuerdos y protocolos mundiales en defensa del medio ambiente.
Para esto, un grupo de representantes de diferentes países se dedicará al armado de este organismo, lo que se asentará en un proyecto que también podría ser presentando al mundo en la Cumbre de Cancún. Uno de los integrantes de la comisión que trabajará en el diseño de este Tribunal es el fiscal general federal de Tucumán, Antonio Gustavo Gómez.
De acuerdo con las recomendaciones, este Tribunal tendrá la capacidad jurídica de procesar y sancionar a los Estados, empresas transnacionales o entes personales y jurídicos que incumplan los acuerdos y prosigan con sus prácticas contaminantes del medio ambiente.
Además, en Cochabamba se acordó promover un referéndum mundial en el que se definan los pasos que deben darse para cuidar el medio ambiente. Se realizaría el 22 de abril (Día de la Tierra) del año próximo.
En cuanto a la deuda ecológica de los países desarrollados, se determinó que estos tienen una obligación en respuesta a su “responsabilidad histórica” por el daño ambiental que vienen causando. Es así que se propondrá ante la ONU que las potencias comprometan, al menos, el 6 por ciento de su Producto Interno Bruto (PBI) al año -en forma no reembolsable-, para enfrentar la crisis climática, a cargo de un futuro Fondo de Compensación. Se estima que en los últimos tiempos por lo menos 260 millones de personas en el mundo se han visto afectadas por los desastres naturales, de las que 200 millones se vieron obligadas a emigrar a otras regiones para sobrevivir.
También se acordó la conformación de una red entre los pueblos y organizaciones sociales del mundo que tengan capacidad de acción para fortalecer (y presionar) sobre las resoluciones que se alcancen en la Cumbre de en Cancún, como acción más inmediata. Luego, se pretende alcanzar un poder de acción e influencia en las decisiones políticas en materia ambiental.
Por Esteban Stanich, enviado especial a Cochabamba.http://www.primerafuente.com.
Pronunciamientos asentados en la declaración final
Dentro de la serie de puntos concretos acordados en Cochabamba, también hubo pronunciamientos que fueron ratificados en el encuentro final realizado el jueves entre representantes de las organizaciones sociales y representantes políticos, encabezados por los presidentes Morales y el venezolano Hugo Chávez.
Se concluyó, por ejemplo, que la batalla contra el calentamiento global no solamente pasa “por urgentes regulaciones de la producción y del consumo”, sino también “por una dura batalla contra los paradigmas y patrones de conocimiento hegemónico”.
Se estableció en cuatro artículos que la Madre Tierra es un ser vivo. Así como los seres humanos tienen derechos, ella los tiene: a ser respetada, a la continuación de sus ciclos vitales libre de las alteraciones humanas, y a mantener su identidad.
Se sostuvo que para lograr una armonía con la naturaleza se requiere que los gobiernos demuestren capacidad política y transformadora, “donde se rijan con pensamiento de vida y también se puedan eliminar las prácticas depredadoras”.
También se pidió recuperar las agriculturas locales campesinas e indígenas y los conocimientos ancestrales de producción y recolección de alimentos.
Otro de los principales puntos que incluidos en el documento final es la ratificación de que el sistema capitalista es el principal causante del cambio climático que atraviesa el mundo.
Por Esteban Stanich, enviado especial a Cochabamba.http://www.primerafuente.com.
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