Violencia. El contingente policial enviado a desbloquear la ruta entre La Paz y Beni chocó contra pobladores que exigen al Gobierno instalar una procesadora de cítricos en Caranavi
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| Enfrentamientos. Policías y bloqueadores chocaron hasta la noche en la ruta a Yungas. Los desencuentros por una planta de cítricos hicieron estallar la violencia |
Marco Chuquimia. La Paz
Fidel Hernani, un muchacho de 19 años, hijo de un profesor de Caranavi, fue la primera víctima del desbloqueo de la ruta a Yungas, que provocó hechos de violencia por más de nueve horas en La Paz. El contingente de 700 policías llegó hasta las puertas de la población -bloqueada desde el 26 de abril para exigir al Gobierno la instalación de una planta de procesamiento de cítricos- pero no pudo ingresar por la resistencia de los ciudadanos.
De igual modo se reportó al menos 30 personas heridas, entre policías y civiles. El Gobierno informó oficialmente de siete heridos, tres de ellos de bala, incluido el comandante departamental de La Paz, coronel Ciro Farfán. Sin embargo, los periodistas atestiguaron que en éste se cayó y se hizo una herida en el hombro izquierdo. En la localidad de Caranavi se aseguró que hay 25 heridos que fueron trasladados al hospital del lugar; pero no hay datos de los heridos en los otros puntos de bloqueo que fueron atacados por el contingente policial.
Hasta las 21:00 se reportó oficialmente 15 personas detenidas, siete de ellos habían llegado a La Paz alrededor de las 15:20. El comandante de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, coronel Rosalio Álvarez, anunció que están acusados de haber bloqueado el camino.
Los policías no pudieron ingresar a la población de Caranavi pues fueron repelidos por la población que salió a enfrentarse a los uniformados. Los atacaron principalmente con cachorros de dinamita, aunque el comandante general de la Policía, Óscar Nina, dijo que también les dispararon con armas de fuego.
Conspiró contra los policías el clima de la zona, el pesado uniforme antimotines y la larga jornada. Cuando llegaron a Caranavi, estaban agotados. Habían trabajado duro para despejar al menos siete puntos de bloqueo, desde Puente Cajones hasta Turco Cala.
El primer choque se produjo en la localidad de Río Cajones, luego vino El Choro, posteriormente Chojlla, y los dos últimos puntos eran Santa Ana y Turco Cala, todas en la ruta entre La Paz y Beni, por donde no pueden circular personas ni vehículos desde hace casi dos semanas.
Los pobladores denunciaron que cuando llegaron a las proximidades de Caranavi una comisión de dirigentes se acercó al contingente policial para pedir diálogo y evitar la violencia, pero fue inútil. Los policías irrumpieron con una profusión de gases y no escucharon razones, según tal versión.
El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, cerró la posibilidad de negociar porque antes no se levantó el bloqueo.
La Policía, para despejar el ataque desde los cerros, disparaba los gases a las alturas y la gente huía al monte o saltaba a los ríos para escapar.
Esa violencia policial provocó la molestia de los pobladores, que convocaron con la campana de la iglesia y llamaron a resistir la toma. Cerca de las 18:00, según el testimonio de los pobladores, se acabaron las granadas de gas y los policías querían abrirse paso con balines de goma, que fue lo que ocasionó los heridos.
Como represalia, los pobladores ocuparon y quemaron la Escuela Básica Policial y el comando de Caranavi.
En detalle
El río Yara, que es el ingreso a Caranavi, se convirtió en el punto de resistencia de los pobladores.
También se informó que una pista en Santa Ana de Huachi, que está a unos 60 kilómetros al norte de Caranavi fue habilitada para permitir el paso de los militares.
Hoy debe llegar a Caranavi una marcha desde Guanay que puede generar más violencia. El municipio de Palos Blancos disputa a Caranavi el derecho a ser sede de una planta de cítricos. En Guanay hay mineros cooperativistas que amenazan a los bloqueadores.
Sacha Llorenti acusó al dirigente Luís Achu de ser el responsable de este movimiento y dijo que esta persona trabajaba en Digeco, una repartición por la NAS de EEUU.
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