sábado, 27 de febrero de 2010

La Bolivia que conocí

Mujer coya atenta a las palabras de Evo Morales en Tiahuanaco
26/02 – 14:30 – Hay dos Bolivias, una del Este y otra del Oeste. Ambas son distintas geográfica, paisajística y económicamente. En la del Oeste abunda Evo, en la del Este ralean cada vez más los sologans de campaña hasta desaparecer por completo y en las postrimerías de Santa Cruz de la Sierra ya no se encuentra el Coya típico ni el mensaje redundante de los carteles ruteros desde donde le dan gracias al presidente indígena.

En viaje hacia Perú ingresamos a Bolivia por la Quiaca (Jujuy) y ahí nomás tropezamos con Villazón, primera ciudad boliviana transformada en un enorme mercado persa que convulsiona la frontera internacional y dificulta de manera fenomenal al turista que como nosotros, transita por allí en vehículo particular.

Extraña frontera la quiaqueña, porque mientras aquellos que la cruzan con vehículos se deben adecuar a todas las formalidades aduaneras y migratorias, los que desean pasar de Argentina a Bolivia (y viceversa) caminando, lo pueden hacer sin ningún tipo de restricción ni trámite burocrático que se lo impida. Demás está decir que las compras “del otro lado” (léase Bolivia) se hacen a precios irrisorios y el paso de los bultos en mano de nativos o turistas no merece la mínima atención por parte de la aduana binacional que hace la vista gorda para incentivar el negocio en negro.

Obviamente que no me voy a detener en detalles del viaje porque sería un texto interminable, pero a grandes rasgos, quiero recordar aquellas alternativas, curiosidades y llamativas circunstancias que despertaron al periodista e hicieron que el objetivo turístico, en algún punto, se transformara en una aguda observación sobre las cuestiones sociales, políticas y económicas en que se desarrolla el vecino país.

Los sonidos del silencio

Desde Tupiza, la primera localidad de relativa importancia que aparece en el sur boliviano, se deshilachan varios caminos rústicos, algunos intransitables y solo una franja más ancha de tierra que explora el interior profundo del país del altiplano, se identifica como la ruta que debemos seguir para llegar a algún lado, haciéndole caso al lugareño que repite como frase de entrecasa “siga al frente por la calle más ancha…esa lo lleva derechito…”; ojalá fuera así.

Construcción típica en la Bolivia del Oeste

Más de 200 kms de cornisa angosta y sinuosa, elevando la humanidad a más de 3.500 metros, comienza a hacerle sentir al turista acostumbrado a vivir a nivel del mar, que allí sus fuerzas flaquean y la respiración se dificulta. “Es hasta que el cuerpo logre acostumbrarse”, nos dicen y rogamos que el malestar desaparezca antes de emprender la vuelta.

Paisajes inigualables, indescriptibles, cambiantes y sorprendentes coronan el largo camino de ascenso en busca de las ciudades más grandes, pero todavía lejanas, como Potosí, Oruro o La Paz.

La minería omnipresente entre los cerros descalzados y veteados por transparentes colores que decantan con el sol, reclama silenciosa el derecho de la tierra y de los hombres que en ella habitan. Claro, hace tanto tiempo que están allí arrancando todo cuanto hay debajo de la piedra, que los profundos cañones o las empinadas cuestas que nos llevan hasta la ladera de los cerros oradados por las multinacionales, están plagados de avisos al viajero desprevenido para que no pase a sectores que son “propiedad privada”… cuando uno ha recorrido un largo trecho por aquellas desoladas tierras, termina pensando que todo Bolivia es “propiedad privada”, obviamente que no de los bolivianos, precisamente.

Pueblos mineros empobrecidos, detenidos en el tiempo, pobreza por doquier, chozas y más chozas, analfabetismo extremo y más “locaciones” alambradas y con candados de empresas extranjeras que se mimetizan bajo nombres de fantasías arrancados del vocablo Aimará, donde se desarrolla la vida silenciosa de los mineros pobres y se enriquecen contados bolsillos que allí, no dejan ni un solo dólar.

Largo recorrido nos deparó aquella ruta ancha y blanca de tierra que a veces el mineral de superficie transforma en campos de inigualable verde cemento o más allá, al rodear una de los tantos picos, nos muestra un paisaje lunar y más adelante valles sembrados de coca que ofician de pulmón verde en la tundra agreste.

En nuestro paso por aquellos poblados de barro, oscuros, entre los cuales hay muy pocos que gozan de la electricidad, nos enteramos que la mayor parte de la gente sobrevive de la minería y del cultivo de coca. Cuando en la gasolinería preguntamos si con la llegada de Evo al poder las condiciones de vida se les habían mejorado, un par de parroquianos se miraron y uno de ellos se encogió de hombros; la respuesta era obvia.

El único viso de modernidad, además de las inmensas maquinarias que duermen en algún recoveco de la montaña explotada hasta su exterminio, son las imponentes torres de alta tensión que impactan el paisaje y permanecen allí atadas unas a otras, relucientes como piernas de gigantes que van a algún lado, llevando la energía que necesitan en los socavones pero sin derramar ni un poco de su caudal para calentar el humilde hogar de las pobres coyas que caminan diariamente hasta 4 kms para buscar la leña que acarrean en sus espaldas.

“La minería nos va a enterrar” dice un discreto cartel escrito de apuro con aerosol negro bajo un portón verde en una vieja casa de Potosí. La referencia es clara; habla del majestuoso Cerro Rico que domina la ciudad declarada por la UNESCO como “Patrimonio de la Humanidad” y es un gigante herido de muerte debido al proceso minero que lo ha taladrado internamente hasta generar en la gente, el temor de que en cualquier momento caerá sobre la vieja urbe cuyo esplendor le dieron las conquistas españolas.

Cualquiera en Potosí le brinda referencias alarmantes al turista. Desde contarle que el cerro ha tenido más de 140 derrumbes internos, a partir de 1545 en que se descubrieran sus riquezas mineralógicas, como que ha sido la mina de plata más grande del mundo o que diariamente unas 5 mil personas acuden a él para extraer estaño, zinc, plata y otros minerales, al punto que el gobierno de Evo prohíbe explotar subterráneamente la montaña por arriba de los 4.400 metros de altura.

No es para menos, un estudio del Instituto Geográfico Militar de Bolivia determinó que el Cerro Rico se hunde 0,3 milímetros por día, lo cual le ha hecho perder su forma original y aseguran viejos pobladores que hay lugares de Potosí desde el cual ya no se ve la puntiaguda montaña.

La trepada para Uyuni es colosal. La calle ancha y blanca se estrecha por momentos sin permitir que pasen dos vehículos sin caer uno de ellos al precipicio. Tenemos suerte, de frente no vienen los viejos ómnibus que llevan y traen a los parroquianos. Son verdaderos bólidos lanzados sobre las rutas de piedra que ponen de punta los nervios de cualquier conductor.

Madre Coya con su niño "esperando a Evo" en Tiahuanaco

Una llanura extensa y multicolor con montañas en composé, deja perfilar delante del parabrisas una línea de plata en el horizonte que atraviesa todo lo que da nuestra visión. Es el famoso salar, aquel campo blanco de 12 mil km2 que dicen los entendidos se puede ver desde el espacio exterior.

El paso por el pueblo de Uyuni, acodado en algún rincón del tiempo, con contrastes tales como el buey y una Toyota, la casa de adobe y un hotel de 3 pisos, es efímero y retomamos a un costado del camino para penetrar por varios kilómetros el salar hasta llegar al original hotel construido totalmente con adobes de sal.

Impecablemente diseñado, todo es sal dentro y fuera de sus cómodos aposentos. Mesas, sillas, camas y hasta la barra del bar es de sal. Pisamos la sal blanda del piso y acompañados del ruido característico bajo nuestro calzado ingresamos a los distintos aposentos que tiene de bellísima arquitectura y exquisita decoración.

Afuera comienza el campo de sal. Dicen que fue un mar que se retiró; en realidad el paisaje es realmente sobrecogedor e inconveniente para que se internen en él los que sufran de pánico o agorafobia. La soledad de tanta inmensidad blanca y la pérdida de referencias físicas cercanas generan sensaciones extrañas y curiosas.

Bolivia Aymará y la otra

Nos esperan aún más de 300 Kms hasta nuestro destino y el tránsito se complica bajo la importante lluvia que escurren desde los cerros. A todo esto hay que sumarle la poca disposición que tienen los bolivianos por acondicionar sus rutas y ni hablar de aquellas empresas que trabajan en reparaciones o asfaltado.

Nos encontramos con rutas cortadas por taludes de tierra o máquinas atravesadas sin que existiera ningún desvío marcado o abierto para transitar. En más de una oportunidad debimos atravesar dunas, matas de pastos duros y barrosas y profundas huellas dejadas por la maquinaria pesada, para poder hacer un by pass a los sectores del camino que habían sido cerrados.

Oruro, luego La Paz; ciudades con características especiales, con un tránsito infernal y donde el trabajo de Evo Morales se refleja en las calles. Muchos habitantes de allí dicen que no recuerdan otras épocas donde tantos aborígenes que permanecían confinados en los campos, accedieran a estas dos grandes mecas de la venta ambulante y el negocio de la comida al paso.

Cientos de kombis transitan a diario en un ir y venir incansable desde los alrededores de las ciudades hasta el corazón mismo de ellas y cada tarde generan también el retorno de miles de personas que llegan a realizar sus trámites y compras, desde las zonas rurales.
Nos tocó en suerte transitar por Bolivia en momentos en que Evo Morales realizaba la asunción de su nueva etapa en el gobierno que reeditó gracias a más del 60 por ciento de los votos, en su mayoría aborigen.

De los dos actos de asunción, el oficial en la plaza de armas de La Paz y el cultural-aborigen de Tiahuanaco, elegimos éste últimos para lo cual recorrimos unos 120 kms hasta llegar a las Puertas del Sol, allí donde los Aymaras festejan en Inti Raymi. En medio de un colorido ir y venir de cientos de tribus, engalanadas con sus mejores ropajes y ante no menos de 150 mil personas, Evo Morales realizó el acto tradicional en el Templo del Sol en aquellas ruinas desde las cuales Juan José Castelli festejó el primer año de la revolución de Mayo, ocurrida en la lejana Buenos Aires.

Cuando emprendimos el viaje rumbo a Perú bordemos la belleza del Titicaca con sus muelles flotantes y amarres de pescadores, lo cual es en si mismo toda una postal de color. Sus márgenes, como el Nilo, abundan en cultivos de todo tipo aprovechando la tierra húmeda y las nutrientes que desnudan las bajantes estacionales. Todo es verde y tierno allí. El pobre tiene la naturaleza al alcance de su mano y el mundo rural más acomodado se desarrolla alrededor del majestuoso lago, tanto en Bolivia como en Perú, ocupando cada lugar y cada palmo del terreno con sembradíos, interactuando con los pescadores que desde la madrugada se mueven como en un rito, desplegando sus artes.

Sin embargo la humildad de los edificios construidos de barro, con viejos adobes lavados y los techos de paja y caña, lejos está de elevar nuestro pensamiento hacia el prototípico “chacarero” argentino o el que cultiva la fruta en los valles rionegrinos. Alguna camioneta vieja, suele verse en los caminos como retazos de una civilización que pareciera negarse a entrar por esas latitudes; lo demás, parece pertenecer a otro tiempo.

El buey, algunos caballos y la fauna típica invaden los campos y también las rutas, en la mayor parte de Bolivia.

La puerta del tiempo

Cuando regresamos a este original país, procedentes de perú, transitamos la ruta verde, la de la selva, la más larga y uno de los caminos más hermosos que tiene Sudamérica. Elevados a más de 4.800 metros, los picos cubiertos de exuberante vegetación, hojas gigantes, agua descolgada de cuanta grieta hay en la montaña, bruma persistente, lloviznas permanentes y de vez en cuando con el chispazo del sol, conforman una ruta de ensueño que se combina con el peligro del sinuoso asfalto de cornisa y la temeridad de los conductores que por aquellos lugares encienden las luces del automóvil solo cuando se hace la noche.

Después de la selva y el bosque, y el recuerdo de La Higuera, pequeño poblado donde fue asesinado Eernesto “Che” Guevara, apareció el adelanto y la civilización en su mayor expresión. La cosmopolita Santa Cruz de la Sierra, inmensa, ruidosa, acelerada y lo más parecido a una ciudad brasilera, nos recibió plagada de hermosos barrios cerrados, lujosas mansiones, un comercio super activo, un consumo que desborda en el extendido centro comercial que posee la ciudad y la vista indisimulable del lujo que pasea por las calles mostrando la variedad más distinguida de vehículos de alta gama, donde los Hummers que en nuestro país son motivos de costosa admiración, se venden en auterías de usados como “un carro más”.

Allí la plata y el poder están presentes a cada paso. Desde que salimos de las últimas estribaciones selváticas, los carteles alabando a Evo habían desaparecido. En Santa Cruz de la Sierra son inexistentes. El capitalismo duerme con su fortaleza motivadora y su empuje destituyente, hasta que las condiciones sociales mejoren y encuentren al referente indígena debilitado ¿Quién lo duda?. Está claro que la cultura aymará no es lo que más cultivan los bolivianos del este. Allí desaparecen las “kombis”, los gritos desaforados de los que ofrecen un viaje por cinco Bolivianos y es una especie en extinción la coya típica que vimos transitar por Oruro o La Paz, cargando el hijo en la espalda y vendiendo maíz hervido.

Comentan los habitantes de Santa Cruz de la Sierra que el poder económico de allí hace ingentes esfuerzos para escindirse de la Bolivia del oeste, la de Evo, la del voto, la socializada, la que hoy le pone freno al capital obsceno de los históricos poderosos que han transformado al país en un enorme cráter empobrecido.

Dicen que Evo Morales ha transcurrido estos cuatro años construyendo poder; sin duda es así. Cuando estuvimos en Tiahuanaco fue impresionante ver llegar de los más recónditos lugares de Bolivia, de los valles y de la quebrada más profunda, a hombres y mujeres quienes, posiblemente, era la primera vez que compartían un espacio con tribus que ni siquiera conocían. Claro está que la política sin demagogia tampoco es política y Evo no escapa a la regla. Cientos de ómnibus y vehículos de todo tipo convergían sobre el inmenso campo donde descansan las ruinas Incas trayendo asistentes desde las ciudades y zonas aledañas. Sin embargo, uno podía comprobar que la mayor parte de aquella abrumadora asistencia indígena, era espontánea y por elección estaban allí, al lado del primer aymará que accedió a la presidencia.

Es muy hermoso Bolivia, lleno de color y contradicciones, pero por sobre todo se muestra como un país que apuesta al cambio y que si bien debe transitar mucho camino para lograr el bienestar de una sociedad sojuzgada durante siglos por conquistas y explotaciones, se advierte que hay un germen de esperanza de que un mundo mejor es posible para ellos y para sus generaciones futuras. (R. Lasagno/OPI Santa Cruz)

http://www.opisantacruz.com.ar/home/2010/02/26/la-bolivia-que-conoci/8295#more-8295

miércoles, 24 de febrero de 2010

UNA NECESARIA REFLEXION ACERCA DEL ENCUENTRO SOBRE CAMBIO CLIMATICO EN BOLIVIA

Eduardo Gudynas
22 Feb 2010 -

tn_GloboTierraEl gobierno boliviano ha convocado a una reunión internacional sobre el cambio climático y los derechos de la “madre tierra”. La convocatoria fue lanzada por el presidente Evo Morales, y el encuentro será en Cochabamba en abril de 2010.

La importancia del tema obliga a analizar con detenimiento las implicaciones de esta convocatoria. En las líneas que siguen se ofrecen algunas reflexiones en ese sentido. Comencemos por alertar que estas líneas no representan una toma de partido a favor o en contra de esa reunión, sino que apunta señalar cuestiones que deberían ser analizadas frente a esa convocatoria. Es que ese análisis puede ser tanto o más importante que una presencia en Cochabamba, y en especial desde la perspectiva de las organizaciones ciudadanas. Pero además, es necesario reconocer que distintas personas y organizaciones tendrán distintas respuestas a las cuestiones que se plantean en el presente texto.
El tema de la cumbre

En primer lugar debe considerarse la relevancia del tema convocante y de las propuestas que ya se han adelantado. ¿La agenda y el contenido son importantes? Seguramente habrá un amplio consenso afirmativo; el cambio climático reviste una importancia mayúscula, y dado el fracaso político de Conpenhague, un encuentro internacional de alta visibilidad puede inyectar nueva energía en la diplomacia internacional.

El encuentro boliviano llama a discutir dos puntos muy importantes: una declaración universal de los derechos de la Madre Tierra, y un referéndum mundial de los pueblos sobre el cambio climático. Las dos ideas son poderosas y atractivas, y merecen ser discutidas en detalle. Por lo tanto, desde este punto de vista seguramente casi todas las organizaciones ciudadanas estarán interesadas en ese temario, coinciden en su importancia, y estos serán factores que alentarían la participación.

También se debe reconocer el gobierno boliviano la capacidad de innovar en este sentido, donde sería muy bueno que otros países también organizaran encuentros con sus pueblos para discutir esta temática.

El papel de la sociedad civil

En segundo lugar, este encuentro se presenta como una “conferencia de los pueblos”, y ese propósito es muy positivo (vea el sitio oficial aquí…). Poner en primer lugar a los “pueblos” es más que bienvenido. Esto además contrasta con los hechos vividos en Conpenhague donde se entorpeció en todo momento la presencia de ONGs y delegados ciudadanos.

Sin embargo, la forma concreta de convocatoria y organización de la conferencia está en las manos y es controlada por el gobierno boliviano. No está claro cómo se asegurará la apertura a los “pueblos”. No está claro cuáles son los mecanismos para asegurar la pluralidad e independencia de las discusiones, ya que, al menos por ahora, la estructura formal y los procesos concretos de decisión en la cumbre no han sido informados. Tampoco está claro cómo participarán otros gobiernos, los que también han sido convocados a esta reunión.

Este no es un tema menor para las organizaciones ciudadanas, ya que en más de una ocasión se llama a reuniones de este tipo, pero las declaraciones finales quedan en manos de los gobiernos convocantes. La solución a todo esto es más o menos sencilla; por ejemplo con una comisión organizadora mixta (compuesta por unos delegados del gobierno de Bolivia junto a representantes de redes ciudadanas tanto bolivianas, como extranjeras).

Algunos considerarán que el esquema de organización actual es el más adecuado, en tanto entienden que deben apoyar a gobiernos como el Evo Morales, o incluso que sus organizaciones ciudadanas de alguna manera son parte de esas estructuras políticas. Pero otras organizaciones ciudadanas seguramente desearán mantener su independencia frente a los Estados; les gustaría participar pero solo si cuentan con seguridades que podrán elevar sus propuestas, y que podrán influir verdaderamente en las resoluciones finales.

En el fondo esto es parte de la problemática de las actuales relaciones entre “sociedad civil” y “sociedad política”. Y esta cuestión es clave bajo los gobiernos progresistas o de izquierda en América del Sur. Estas mismas tensiones están detrás de la crisis del proceso del Foro Social Mundial, ya que algunos lo consideran demasiado alineado con algunos gobiernos de izquierda, y otros insisten en que esas relaciones se deben profundizar todavía más. El problema es que, sea por un camino o por otro, se corre el riesgo de dejar en un segundo plano la independencia de propuestas de la sociedad civil.

La presencia de la sociedad civil en Cochabamba es la que daría legitimación a una cumbre que es presentada como de los “pueblos”. Justamente por esa misma razón, distintas redes y organizaciones ciudadanas podrían reclamarle al gobierno boliviano mecanismos mucho más abiertos y transparentes en el armado y desarrollo de la conferencia. Por lo tanto todo el esquema organizativo que merece un examen atento desde la sociedad civil, y evaluar si esas condiciones están aseguradas o no.

Geopolítica desde el sur

Hay varias organizaciones que consideran que después del fracaso de Copenhague se ha demostrado la falta de compromiso de Estados Unidos y otras naciones industrializadas. Siguiendo esa línea, se asume que este encuentro de Cochabamba podría servir para incidir en un cambio de rumbo geopolítico a escala global.

El problema es que ese análisis es algo apresurado, ya que la postura de otras naciones como China, India o Sudáfrica fueron igualmente cuestionables. Y no olvidemos a Brasil, que no sólo actuó junto a esos otros países, sino que nada coordina con sus vecinos sudamericanos.

Por lo tanto si se piensa viajar a Cochabamba para hacer reclamos geopolíticos en esa lista se deberán incluir varias capitales del norte, pero también a unos cuantos latinoamericanos. Aparece entonces aquí una necesaria reflexión sobre cómo se presentarán los reclamos ciudadanos ante la inacción gubernamental, tanto en el norte rico como entre nuestros vecinos.

Demandas internacionales y políticas nacionales

Otro aspecto a considerar es sí los reclamos que los gobiernos lanzan en los foros internacionales se corresponden con sus acciones y políticas internas. En el caso de Bolivia, como convocante del encuentro, se esperaría que sus políticas internas frente al cambio climático fueran igualmente enérgicas a sus reclamos y denuncias en los foros internacionales.

Por lo tanto es necesario examinar que sucede dentro de Bolivia. Allí encontraremos que sus políticas ambientales actuales son débiles, y entre esas debilidades está su estrategia en cambio climático y energía. A su vez, las metas energéticas, petroleras y mineras, son convencionales, apostando a aumentar la explotación de hidrocarburos, construir nuevas represas, y hasta centrales a carbón (su plan de desarrollo energético al 2027 – aquí…).

En Bolivia se han lanzado varios proyectos para construir represas hidroeléctricas, lo que es especialmente preocupante, tanto por su número, como por que algunas de ellas se ubicarían en la Amazonia, e incluso en el entorno de áreas protegidas. En efecto, el plan de gobierno del MAS (Movimiento al Socialismo) propone la construcción de represas, como las de Cachuela Esperanza, Río Grande y el Bala, incluso con la finalidad de vender energía a los países vecinos (ver…), y termina de legitimar el complejo de hidroeléctricas en el Río Madeira. Se defiende la exploración y explotación petrolera, lo que ya ha despertado la reacción de varios grupos locales, como las denuncias de indígenas Mosetén contra PetroAndina (ver…). También se deben sumar los proyectos de expansión minera, su deforestación asociada y el uso del carbón (por ejemplo en El Mutún – leer…). Los impactos sociales y ambientales de todo esto serían enormes, y vienen siendo alertado repetidamente dentro de Bolivia.

Además, en el caso de Bolivia donde las emisiones de gases con efecto invernadero provienen sobre todo de la agricultura y los cambios en el uso del suelo, y por lo tanto es necesario contar con un fuerte componente ambiental en sus políticas agropecuarias y forestales. Sin embargo esa vinculación es discutida, y se alerta sobre problemas en el control de los boques (por ejemplo aquí…).

El área en cambio climática del nuevo Ministerio de Medio Ambiente y Agua aparece como muy débil ante la fortaleza y empuje de los sectores extractivos (véase su descripción aquí…). Entretanto, análisis recientes de la propuesta gubernamental de reglamentación de los hidrocarburos, señalan que el status de las áreas protegidas es degradado y la evaluación ambiental es debilitada (por ejemplo leer …).

Este tipo de contradicciones no son un problema exclusivo de Bolivia y también están presentes en otros países. Por ejemplo, Lula da Silva ofreció un enérgico discurso en Copenhague, pero su programa nacional contra el cambio climático cae en contradicciones graves, como la construcción de nuevas represas o sus usinas a carbón, mientras persiste el avance de la frontera agropecuaria sobre las selvas tropicales. Lo mismo pasa en otros países sudamericanos.

Las organizaciones de la sociedad civil pueden enfrentar de manera diferentes estas tensiones y contradicciones que muestran los gobiernos entre sus discursos internacionales y las medidas nacionales. Para algunas lo más importante es cuestionar el papel de los países industrializados, dejando en evidencia su hipocresía, y por lo tanto las limitaciones de las políticas ambientales en los países del sur, sean de Bolivia o de otra nación, quedan en segundo plano. El énfasis estaría puesto en criticar al norte rico; se perdonan los problemas en el sur como inevitables para salir del subdesarrollo.

Para otras organizaciones ciudadanas, en cambio, es indispensable que los gobiernos sudamericanos (incluido el de Evo Morales) sean coherentes, y desarrollen acciones ambientales dentro de sus fronteras en el mismo tono de sus reclamos internacionales. Advierten que los problemas ambientales dentro de fronteras son graves, y que justamente un gobierno de izquierda debería ser el más comprometido con solucionarlos.

Otra vez la sociedad civil

El actual gobierno boliviano está priorizando la explotación de recursos naturales, y especialmente en el sector hidrocarburos y energía. Muchas organizaciones ciudadanas bolivianas han elevado voces de advertencia y hasta de rechazo frente a algunos de estos emprendimientos, tales como la exploración petrolera en el norte del país o los anuncios de represas en zonas amazónicas (entre las más recientes, más de 50 organizaciones rechazaron la flexibilización de las normas ambientales para las petroleras – aquí…).

El problema es que esto ha desencadenado duras respuestas desde el gobierno boliviano. Es importante tener presente este problema al analizar la convocatoria de Cochabamba. ¿Cómo se pueden los “pueblos” discutir sobre cambio climático global, si el gobierno convocante rechaza las advertencias ambientales? Algunos jerarcas gubernamentales han llegado a sostener que se debe reglamentar la participación y consulta ciudadana para que no entorpezcan los proyectos en minería e hidrocarburos.

Hay algunos síntomas preocupantes de intentar controlar y acallar las voces de alerta ciudadana. Este tampoco es un problema exclusivo de Bolivia, y se ha repetido en otros países de la región.

Por lo tanto, una interrogante clave es qué sucederá en la cumbre internacional sobre cambio climático si las organizaciones de la sociedad civil reclaman acciones más enérgicas contra del cambio climático dentro de Bolivia. Dicho de otra manera: muchos ambientalistas podrían exigir que se defienda la Pacha Mama también dentro de Bolivia.

Reconozco que en todos estos temas las respuestas desde la sociedad civil serán de lo más diversas. Comenzando porque muchas organizaciones involucradas en estas cuestiones no se definen a sí mismas como ambientalistas, y por lo tanto toleran, o incluso alientan, diversos emprendimientos de alto impacto ambiental en tanto los conciben imprescindibles para mantener el Estado. Otras incluso dirán que los problemas ambientales dentro de Bolivia son pequeños en comparación con el desastre ecológico de los países industrializados. Los que sigan estos razonamientos seguramente apoyarán la cumbre de Cochabamba.

Pero para otras organizaciones, es necesario contar con el espacio de alerta y denuncia de los problemas ambientales dentro de Bolivia. No son pocos los casos de quienes se preguntarán sobre el sentido de hablar sobre cambio climático, si sus amigos y colegas dentro de Bolivia son hostigados por sus posiciones ambientalistas.

Posibles pasos futuros

Como se señalaba al inicio de estas notas, aquí se reconocen esa diversidad de posiciones. Y a partir de esas diferencias, se señala la gran importancia que debe tener una discusión más profunda sobre las implicancias y los significados de esa conferencia. Ese análisis previo puede ser tanto o más relevante que el viaje a Cochabamba, al menos para el movimiento ambientalista.

Ese análisis también puede considerar muchas posibles vías de salida para las tensiones y contradicciones que se señalan arriba. Incluso hay varios caminos intermedios que merecen ser discutidos.

Por ejemplo, se podría incidir dentro del gobierno boliviano para lograr una verdadera participación de la sociedad civil y asegurar posiciones más diversas tanto en la preparación como desarrollo de esa cumbre.

Otra posibilidad es que las diferentes redes continentales sobre cambio climático elaboren documentos previos con indicaciones claras sobre los compromisos que deberían asumir los gobiernos latinoamericanos dentro de sus fronteras para atacar el cambio climático, y reclamarles coherencia entre sus medidas nacionales y sus discursos internacionales. Incluso se podrían elevar recomendaciones muy precisas sobre el necesario fortalecimiento de la política ambiental dentro de Bolivia, moratorias petroleras en sus áreas protegidas y en la Amazonia, y un cambio radical en su política sobre biodiversidad y bosques.

Establecidos estos y otros aspectos, sin duda que el llamado a esta conferencia internacional es bienvenido. Servirá para difundir muchas preocupaciones y propuestas sobre el cambio climático, pero también encierra la potencialidad de promover una reflexión interna dentro de las organizaciones ciudadanas sobre los caminos políticos para lidiar con la problemática ambiental.

http://accionyreaccion.com/?p=216

sábado, 13 de febrero de 2010

Nueva visión para los militares bolivianos

FF.AA cambiarán la doctrina para los nuevos oficiales

LA PAZ-La nueva cúpula de las Fuerzas Armadas anunció la modificación de la doctrina institucional con el fin de impartir una visión acorde a la nueva Constitución Política del Estado (CPE) a los futuros oficiales castrenses.

El nuevo Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, General Ramiro de la Fuente, aseguró que su institución no está ajena al proceso de cambio que impulsa el gobierno de Evo Morales.

“Ya hay un cambio. Estamos entrando en ese proceso y también en la doctrina. Tenemos una Constitución con una visión nacionalista, de ayuda a la población y de protección a la seguridad nacional”, afirmó De la Fuente en el Palacio presidencial.

Durante el acto de posesión de la nueva cúpula militar y del nuevo Comandante de la Policía, el Presidente Morales aseveró que esta nueva etapa que vive el país será para los pueblos y para la patria. “El esfuerzo de ustedes al acompañarme es muy importante para mí. Reconozco su aporte”, les dijo el Mandatario.

Asimismo, los flamantes jefes de las tres fuerzas castrenses coincidieron en el giro que dará la pedagogía militar.

El Comandante del Ejército, General Alberto Cueto, anunció que el objetivo principal es apoyar el proceso de cambio. “Al nacer un nuevo Estado, habrá los cambios necesarios. Modificaremos de acuerdo con los planes del Gobierno”, sostuvo.

Por su parte, el Comandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), General Róger Gandarillas, señaló que hay que ser partícipe del cambio. “Todos debemos estar en este proceso porque es bueno y positivo”, dijo y añadió que la transición en la doctrina se trabajará por el nuevo Estado Plurinacional “porque las Fuerzas Armadas son del pueblo”.

El nuevo Comandante de la Fuerza Naval Boliviana (FNB), Contraalmirante Hugo Contreras, manifestó que el pénsum de la institución castrense tiene que adecuarse a la coyuntura, a la tecnología y al proceso de cambio. “Las modificaciones vendrán desde la Constitución Política del Estado”, señaló.
http://www.foromil.com.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=4458&Itemid=1

miércoles, 10 de febrero de 2010

Políticas ambientales se hacen esperar

Juan Nicastro desde La Paz

"Bolivia avanza, Evo no se cansa" era una de las máximas de la campaña que llevó al presidente Evo Morales a la reelección en diciembre pasado. Pero los aspectos socioambientales de los avances políticos, económicos y sociales que se han producido desde el 2006, cuando Morales llegó al poder, son ahora complejos desafíos para una sociedad que vive cambios vertiginosos e inéditos en su historia.
La dinámica de las extracciones de petróleo y gas, las perspectivas de producir hierro y litio, el peligro de los transgénicos, el impacto de megaproyectos regionales de infraestructura, el acceso al agua, los focos de contaminación endémica, las consecuencias de la vieja y nueva minería, el plan de industrialización, son una realidad inquietante que ya genera reacciones en comunidades campesinas e indígenas.

En el marco de la crisis global (ambiental, energética y alimentaria), la evolución de estos conflictos atrae la atención de manera particular: ¿logrará Bolivia soluciones que puedan ser tomadas como ejemplos superadores, o sufrirá la repetición del esquema que actualmente devasta el planeta?

"Hemos cambiado el discurso, pero no todavía el modelo", dispara tajante Marco Ribera Arismendi, activista con casi 30 años de experiencia en el campo ambiental latinoamericano, integrante de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (LIDEMA), una de las mayores organizaciones ecologistas del país. Desde el 2007, la LIDEMA realiza un amplio trabajo de diagnóstico y seguimiento de las problemáticas socioambientales centrales, que en general "responden a un modelo de desarrollo global o continental, que excede a Bolivia".

"Teníamos grandes esperanzas en este gobierno en relación a la solución o cambio en estos temas, y se mantienen todavía las esperanzas, pero en una escala de puntaje máximo 10, si los gobiernos neoliberales estaban desaprobados con 1 o 2, ahora estamos apenas en 3 o 4, cuando la expectativa era estar ya en 6 o 7", dice Ribera Arismendi.

Poco espacio para las críticas
En estos días crecen los llamados de atención desde distintos sectores. Varios dirigentes de la Confederación de Naciones Aymaras y Quechuas (CONAMAQ) aprovecharon la VII Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) realizada en Cochabamba en octubre del 2009, para expresar que "los megaproyectos no son compatibles con el Buen Vivir", cosmovisión indígena que implica vivir en armonía con la naturaleza.

El terreno no está demasiado fértil para las críticas y opiniones. En el caso de las organizaciones no gubernamentales, sus advertencias son tomadas a veces como ataques opositores al gobierno. Y cuando provienen de organizaciones de pueblos originarios, algunos las adjudican a disputas por poder cuando en realidad están en juego importantes impactos a los ecosistemas.

En este sentido, el avance institucional en la implementación de las autonomías indígenas —establecidas por la nueva Constitución— en amplios territorios generará un cambio de escenario que podría favorecer la preservación de floras y faunas. Así lo espera Jenny Gruenberger, directora de LIDEMA, para quien "la defensa de la diversidad cultural lleva consigo la defensa de la diversidad biológica".

Gruenberger opina que las críticas deben hacerse de forma constructiva y participando en el proceso de cambio. "Así logramos trabajar en todos los capítulos ambientales de la nueva Constitución, y varias de nuestras propuestas quedaron firmes", dice.

Agrega que "es muy valioso que nuestro presidente tenga un fuerte discurso ecológico y de integración con la tierra. Pero la realidad dentro del país todavía no está a la altura de ese discurso. Quizá porque supuestamente hay otras prioridades. Pero lo que nosotros decimos es que si no se toman recaudos ya mismo, en breve será demasiado tarde".

Desde la sureña Tarija, el educador popular William Ávalos opina que el mandatario "a través de la llamada revolución cultural, que incluye un discurso que rescata las tradiciones y valores ancestrales, está haciendo mucho hincapié en la cosmovisión andina, donde se manifiesta que no somos materia, que somos energía, y que esa energía tiene que estar en equilibrio con su entorno, con la naturaleza. Eso es profundo, es bien profundo, y te ayuda a saber dar y a saber recibir, a dar energía y recibir energía. Pero solamente como discurso eso está planteado, en la práctica todavía hay muchos problemas. Por ejemplo, en el país el sostén económico es el gas, y seguimos sacando gas, y yo diría que están dañando. He hablado con indígenas que me han dicho ´nos están sacando el gas y nos están prometiendo casas. Pero nosotros queremos recompensa por lo que nos están sacando, queremos tierras´".

Ávalos reflexiona que la conciencia ecológica en Bolivia está creciendo, pero no tanto en la llamada "media luna", que incluye a los departamentos orientales de Santa Cruz, Beni y Pando y el sureño Tarija, con mayores recursos económicos y riquezas naturales.

"Aquí el discurso de Evo no llega a operarse. En Tarija, Caraparí, capital del gas, debía ser una ciudad modelo, con servicios, escuelas, hospitales, etcétera. Eso ha dicho Evo. Pero tú pasas por Caraparí, y nada de eso. Una polvareda, y siguen extrayendo y extrayendo gas. Entonces, yo no sé si la visión ecológica en ese marco se opera. Además, esa cosmovisión indígena es andina, y los pueblos de aquí, de la media luna, no son andinos. Son similares, sí. Quieren cuidar su tierra, su cultura, sus productos, su lengua. Pero no son lo mismo".

Sin cambios en minería e hidrocarburos
En cuanto al tema minero, los cambios se siguen haciendo esperar. La nacionalización del sector, implementada en el 2006, ha tenido pocos avances; ni siquiera se ha modificado el monto de regalías que deben pagar las empresas extranjeras por sus extracciones —se mantiene en torno al 5%, igual que en la mayoría de los países de América Latina— y el crecimiento de la megaminería a cielo abierto no encuentra freno, a pesar de las negativas consecuencias socioambientales observables no sólo en Bolivia sino en el resto de la región.

Hidrocarburos es otro gran tema. Las consecuencias de la explotación de petróleo y gas están a la vista, sobre todo en el sur del país, con grandes pasivos ambientales. Empero, el gobierno anuncia más extracciones ante la falta de fondos para cubrir las necesidades sociales y combatir la pobreza.

Hugo del Granado, por 15 años y hasta hace pocos meses ejecutivo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivia (YPFB), se muestra sin embargo más preocupado por los aspectos económicos, criticando fuertemente a su propio gobierno por no avanzar más rápidamente en la industrialización del sector.

"Falta inversión en infraestructura", afirma. "La renta petrolera ha crecido por el incremento de los precios internacionales y no por el aumento de la producción nacional. Del neoliberalismo nos hemos pasado al otro extremo, a un estatismo paralizante y monopólico".

Pide gastar menos en bonos sociales "que son uno de los sumideros de las ganancias", en referencia a los subsidios entregados a escolares, personas mayores de 60 años y mujeres embarazadas. Indica que falta seguridad jurídica "ya que desde el 2005 han cambiado cuatro veces las reglas del juego y nadie va a venir a invertir así". Pide mayor convivencia con el sector privado porque "no tenemos la capacidad para las enormes inversiones que necesitamos ni tenemos la tecnología para estar a la cabeza de los cambios". Finalmente, opina que hay que "ver hacia dónde va el mundo para no ir en contracorriente".

Estas declaraciones no sorprenden a Ribera Arismendi, quien remarca que "lo socioambiental no le importa mucho al área hidrocarburos del gobierno; tiene la misma visión que antes de Evo".

Para Hervé Do Alto, politólogo francés radicado en Bolivia, el gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) "tiene muchos problemas para renovar los equipos humanos de las distintas áreas, y más en las técnicas. Al faltar gente capacitada, se mantienen funcionarios de gobiernos anteriores, con visiones incluso contrarias al gobierno". —Noticias Aliadas.

lunes, 8 de febrero de 2010

Evo presagia un inminente ataque militar de EE.UU.


"Es el imperio que levanta armas de guerra contra los pueblos", dijo el presidente de Bolivia, quien le pidió a sus fuerzas armadas que se "preparen".


"Las fuerzas armadas deben estar preparadas para enfrentar esos intereses del imperio que quieren invadir mediante las bases militares", manifestó Evo Morales. (EFE)

Los ataques verbales del presidente de Bolivia, Evo Morales, contra el gobierno de los Estados Unidos se siguen disparando sin temor a represalias. Este martes, el mandatario le pidió a sus fuerzas armadas que se “preparen ante un inminente ataque del imperio” desde las bases militares que comanda en la vecina nación de Colombia.

"No son los pueblos que levantan armas de guerra, es el imperio que levanta armas de guerra contra los pueblos; si quieren invadir so pretexto de terrorismo, so pretexto de narcotráfico, en el fondo es por los recursos naturales", dijo Morales a los mandos castrenses de la milicia boliviana.

Las declaraciones realizadas en la inauguración del año lectivo del colegio militar del Ejército –al que por primera vez accedieron como estudiantes 20 indígenas- se suman a las críticas a la nación norteamericana propiciadas la semana pasada, cuando definió el territorio gobernado por Barack Obama como un “basurero de delincuentes”.

"Lamento mucho que el gobierno de Obama sea basurero de los delincuentes de Latinoamérica. No se cómo Obama va a dignificar su país. (...) Los delincuentes están escapando (a los EE.UU.). Debería estar expulsándolos", afirmó el mandatario en referencia al ex candidato presidencial Manfred Reyes Villa, actualmente prófugo de la Justicia boliviana.

El desembarco de los Estados Unidos en la isla de Haití tras el sismo también despertó el rechazo de Morales, quien se pronunció contra el “uso abusivo” de recursos económicos “del pueblo estadounidense” para ocupar el país caribeño, y expresó que “los tiempos del imperio terminan. Son tiempos del pueblo”, concluyó.
http://www.criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=37040

domingo, 7 de febrero de 2010

Canciller de Bolivia señala los 25 postulados para “Vivir Bien”

En una entrevista, el ministro de Relaciones Exteriores y experto en cosmovisión andina, David Choquehuanca, explica los detalles principales de este planteamiento que sitúa a la vida y a la naturaleza como ejes centrales.
El Vivir Bien, el modelo que busca implementar el gobierno de Evo Morales, se puede resumir como el vivir en armonía con la naturaleza algo que retomaría los principios ancestrales de las culturas de la región. Éstas considerarían que el ser humano pasa a un segundo plano frente al medio ambiente.
El canciller David Choquehuanca y uno de los estudiosos aymaras de ese modelo y experto en cosmovisión andina, conversó con LA RAZÓN durante una hora y media y explicó los detalles de estos principios reconocidos en el artículo 8 de la Constitución Política del Estado (CPE)
“Queremos volver a Vivir Bien, lo que significa que ahora empezamos a valorar nuestra historia, nuestra música, nuestra vestimenta, nuestra cultura, nuestro idioma, nuestros recursos naturales, y luego de valorar hemos decidido recuperar todo lo nuestro, volver a ser lo que fuimos”.
El artículo 8 de la CPE establece que: “El Estado asume y promueve como principios ético–morales de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón), suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble).
El Canciller marcó distancia con el socialismo y más aún con el capitalismo. El primero busca satisfacer las necesidades del hombre y para el capitalismo lo más importante es el dinero y la plusvalía.
Según D. Choquehuanca el Vivir Bien es un proceso que recién comienza y que poco a poco se irá masificando.
“Para los que pertenecemos a la cultura de la vida lo más importante no es la plata ni el oro, ni el hombre, porque él está en el último lugar. Lo más importante son los ríos, el aire, las montañas, las estrellas, las hormigas, las mariposas (...) El hombre está en último lugar, para nosotros, lo más importante es la vida”.
En las culturas
Aymara • Antiguamente los pobladores de las comunidades aymaras en Bolivia aspiraban a ser qamiris (personas que viven bien).
Quechuas • De igual manera las personas de esta cultura anhelaban ser un qhapaj (gente que vive bien). Un bienestar que no es el económico.
Guaraníes • El guaraní siempre aspira a ser una persona que se mueve en armonía con la naturaleza, es decir que espera algun día ser iyambae.
El Vivir Bien da prioridad a la naturaleza antes que al humano
Éstas son las características que poco a poco se implementarán en el nuevo Estado Plurinacional.
Priorizar la vida
Vivir Bien es buscar la vivencia en comunidad, donde todos los integrantes se preocupan por todos. Los más importante no es el humano (como plantea el socialismo) ni el dinero (como postula el capitalismo), sino la vida. Se pretende buscar una vida más sencilla. Sea el camino de la armonía con la naturaleza y la vida, con el objetivo de salvar el planeta y da prioridad a la humanidad.
Llegar a acuerdos en consenso
Vivir Bien es buscar el consenso entre todos, lo que implica que aunque las personas tengan diferencias, al momento de dialogar se llegue a un punto neutral en el que todas coincidan y no se provoquen conflictos. “No estamos en contra de la democracia, pero lo que haremos es profundizarla, porque en ella existe también la palabra sometimiento y someter al prójimo no es vivir bien”, aclaró el canciller David Choquehuanca.
Respetar las diferencias
Vivir Bien es respetar al otro, saber escuchar a todo el que desee hablar, sin discriminación o algún tipo de sometimiento. No se postula la tolerancia, sino el respeto, ya que aunque cada cultura o región tiene una forma diferente de pensar, para vivir bien y en armonía es necesario respetar esas diferencias. Esta doctrina incluye a todos los seres que habitan el planeta, como los animales y las plantas.
Vivir en complementariedad
Vivir Bien es priorizar la complementariedad, que postula que todos los seres que viven en el planeta se complementan unos con otros. En las comunidades, el niño se complementa con el abuelo, el hombre con la mujer, etc. Un ejemplo planteado por el Canciller especifica que el hombre no debe matar a las plantas, porque ellas complementan su existencia y ayudan a que aquél sobreviva.
Equilibrio con la naturaleza
Vivir Bien es llevar una vida de equilibrio con todos los seres dentro de una comunidad. Al igual que a la democracia, a la justicia también se la considera excluyente, según el canciller David Choquehuanca, porque sólo toma en cuenta a las personas dentro de una comunidad y no a lo que es más importante: la vida y la armonía del hombre con la naturaleza. Es por eso que Vivir Bien aspira a tener una sociedad con equidad y sin exclusión.
Defender la identidad
Vivir Bien es valorar y recuperar la identidad. Dentro del nuevo modelo, la identidad de los pueblos es mucho más importante que la dignidad. La identidad implica disfrutar plenamente una vida basada en valores que se han resistido por más de 500 años (desde la conquista española) y que han sido legados por las familias y comunidades que vivieron en armonía con la naturaleza y el cosmos.
Uno de los objetivos principales del Vivir Bien es retomar la unidad de todos los pueblos
El ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca explicó que el saber comer, beber, danzar, comunicarse y trabajar son también algunos aspectos fundamentales
Aceptar las diferencias
Vivir Bien es respetar las semejanzas y diferencias entre los seres que viven en el mismo planeta. Va más allá del concepto de la diversidad .”No hay unidad en la diversidad, sino es semejanza y diferencia, porque cuando se habla de diversidad sólo habla de las personas”, dice el Canciller. Este planteamiento se traduce en que los seres semejantes o diferentes jamás deben lastimarse.
Priorizar derechos cósmicos
Vivir Bien es dar prioridad a los derechos cósmicos antes que a los Derechos Humanos. Cuando el Gobierno habla de cambio climático, también se refiere a los derechos cósmicos, asegura el Ministro de Relaciones Exteriores. “Por eso el Presidente (Evo Morales) dice que va a ser más importante hablar sobre los derechos de la madre tierra que hablar sobre los derechos humanos”.
Saber comer
Vivir Bien es saber alimentarse, saber combinar las comidas adecuadas a partir de las estaciones del año (alimentos según la época). El ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, explica que esta consigna debe regirse en base a la práctica de los ancestros que se alimentaban con un determinado producto durante toda una estación. Comenta que alimentarse bien garantiza la salud.
Saber beber
Vivir Bien es saber beber alcohol con moderación. En las comunidades indígenas cada fiesta tiene un significado y el alcohol está presente en la celebración, pero se lo consume sin exagerar o lastimar a alguien. “Tenemos que saber beber, en nuestras comunidades teníamos verdaderas fiestas que estaban relacionadas con las épocas estacionales. No es ir a una cantinas y envenenarnos con cerveza y matar las neuronas”.
Saber danzar
Vivir Bien es saber danzar, no simplemente saber bailar. La danza se relaciona con algunos hechos concretos como la cosecha o la siembra. Las comunidades continúan honrando con danza y música a la Pachamama,principalmente en épocas agrícolas; sin embargo, en las ciudades las danzas originarias son consideradas como expresiones folclóricas. En la nueva doctrina se renovará el verdadero significado del danzar.
Saber trabajar
Vivir Bien es considerar el trabajo como fiesta. “El trabajo para nosotros es felicidad”, dice el canciller David Choquehuanca, quien recalca que a diferencia del capitalismo donde se paga para trabajar, en el nuevo modelo del Estado Plurinacional, se retoma el pensamiento ancestral de considerar al trabajo como una fiesta. Es una forma de crecimiento, por eso que en las culturas indígenas se trabaja desde pequeños.
Retomar el abya laya
Vivir Bien es promover que los pueblos se unan en una gran familia. Para el Canciller, esto implica que todas las regiones del país se reconstituyan en lo que ancestralmente se consideró como una gran comunidad. “Esto se tiene que extender a todos los países, es por eso que vemos buenas señales de presidentes que están en la tarea de unir a todos los pueblos y volver ser el Abya Laya que fuimos”.
Reincorporar la agricultura
Vivir Bien es reincorporar la agricultura a las comunidades. Parte de esta doctrina del nuevo Estado Plurinacional es recuperar las formas de vivencia en comunidad, como el trabajo de la tierra, cultivando productos para cubrir las necesidades básicas para la subsistencia. En este punto se hará la devolución de tierras a las comunidades, de manera que se generen las economías locales.
Saber comunicarse
Vivir Bien es saber comunicarse. En el nuevo Estado Plurinacional se pretende retomar la comunicación que existía en las comunidades ancestrales. El diálogo es el resultado de esta buena comunicación que menciona el Canciller. “Tenemos que comunicarnos como antes nuestros padres lo hacían,y resolvían los problemas sin que se presenten conflictos, eso no lo tenemos que perder”.
El Vivir Bien no es “vivir mejor” como plantea el capitalismo
Entre los preceptos que establece el nuevo modelo del Estado Plurinacional, figuran el control social, la reciprocidad y el respeto a la mujer y al anciano.
Control social
Vivir Bien es realizar un control obligatorio entre los habitantes de una comunidad. “Este control es diferente al propuesto por la Participación Popular, que fue rechazado (por algunas comunidades) porque reduce la verdadera participación de las personas”, dijo el canciller Choquehuanca. En los tiempos ancestrales, “todos se encargaban de controlar las funciones que realizaban sus principales autoridades”.
Trabajar en reciprocidad
Vivir Bien es retomar la reciprocidad del trabajo en las comunidades. En los pueblos indígenas esta práctica se denomina ayni, que no es más que devolver en trabajo la ayuda prestada por una familia en una actividad agrícola, como la siembra o la cosecha. “Es uno más de los principios o códigos que nos garantizarán el equilibrio frente a las grandes sequías”, explica el Ministro de Relaciones Exteriores.
No robar y no mentir
Vivir Bien es basarse en el ama sua y ama qhilla (no robar y no mentir, en quechua ). Es uno de los preceptos que también están incluidos en la nueva Constitución Política del Estado y que el Presidente prometió respetar. De igual manera, para el Canciller es fundamental que dentro de las comunidades se respeten estos principios para lograr el bienestar y confianza en sus habitantes. “Todos son códigos que se deben seguir para que logremos vivir bien en el futuro”.
Proteger las semillas
Vivir Bien es proteger y guardar las semillas para que en un futuro se evite el uso de productos transgénicos. El libro “Vivir Bien, como respuesta a la crisis global”, de la Cancillería de Bolivia, especifica que una de las características de este nuevo modelo es el de preservar la riqueza ancestral agrícola con la creación de bancos de semillas que eviten la utilización de transgénicos para incrementar la productividad, porque se dice que esta mezcla con químicos daña y acaba con las semillas milenarias.
Respetar a la mujer
Vivir Bien es respetar a la mujer, porque ella representa a la Pachamama, que es la Madre Tierra poseedora de dar vida y cuidar a todos sus frutos. Por estas razones, dentro de las comunidades, la mujer es valorada y está presente en todas las actividades orientadas a la vida, la crianza, la educación y la revitalización de la cultura. Los pobladores de las comunidades indígenas valoran a la mujer como base de la organización social, porque transmiten a sus hijos los saberes de su cultura.
Vivir Bien y NO mejor
Vivir Bien es diferente al vivir mejor, que se le relaciona con el capitalismo. Para la nueva doctrina del Estado Plurinacional, vivir mejor se traduce en egoísmo, desinterés por los demás, individualismo y solamente pensar en el lucro. Considera que la doctrina capitalista impulsa la explotación de las personas para la captación de riqueza en pocas manos, mientras que el Vivir Bien apunta a una vida sencilla que mantenga una producción equilibrada.
Recuperar recursos
Vivir Bien es recuperar la riqueza natural del país y permitir que todos se beneficien de ésta de manera equilibrada y equitativa. La finalidad de la doctrina del Vivir Bien también es la de nacionalizar y recuperar las empresas estratégicas del país en el marco del equilibrio y la convivencia entre el hombre y la naturaleza en contraposición con una explotación irracional de los recursos naturales. “Ante todo se debe priorizar a la naturaleza”, agregó el Canciller.
Ejercer la soberanía
Vivir Bien es construir, desde las comunidades, el ejercicio de la soberanía en el país . Esto significa, según el libro “Vivir Bien, como respuesta a la crisis global”, que se llegará a una soberanía por medio del consenso comunal que defina y construya la unidad y la responsabilidad a favor del bien común, sin que nadie falte. En ese marco se reconstruirán las comunidades y naciones para construir una sociedad soberana que se administrará en armonía con el individuo, la naturaleza y el cosmos.
Aprovechar el agua
Vivir Bien es distribuir racionalmente el agua y aprovecharla de manera correcta. El Ministro de Relaciones Exteriores comenta que el agua es la leche de los seres que habitan el planeta. “Tenemos muchas cosas, recursos naturales, agua y por ejemplo Francia tampoco tiene la cantidad de agua ni la cantidad de tierra que hay en nuestro país, pero vemos que no hay ningún Movimiento Sin Tierra, así que debemos valorar lo que tenemos y preservarlo lo más posible, eso es Vivir Bien”.
Escuchar a los mayores
Vivir Bien es leer las arrugas de los abuelos para poder retomar el camino. El Canciller destaca que una de las principales fuentes de aprendizaje son los ancianos de las comunidades, que guardan historias y costumbres que con el pasar de los años se van perdiendo. “Nuestros abuelos son bibliotecas andantes, así que siempre debemos aprender de ellos”, menciona. Por lo tanto los ancianos son respetados y consultados en las comunidades indígenas del país.
http://www.la-razon.com/versiones/20100131_006989/nota_247_946416.htm

sábado, 6 de febrero de 2010

Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra


Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra

Para participar en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra te puedes inscribir AQUI.
(EFE) El Foro Social Mundial fue clausurado hoy con el compromiso de presionar durante todo el 2010 en favor de un acuerdo “en defensa del planeta” en la cumbre que la ONU celebrará el próximo noviembre en México, tras el fracaso de Copenhague.
El primer paso en esa “articulación” de los grupos del foro será dado en Bolivia, durante la Cumbre Mundial de Movimientos Sociales sobre Cambio Climático que el presidente Evo Morales ha convocado entre los próximos 19 y 22 de abril. Read the rest of this entry »
Considerando que el cambio climático representa una real amenaza para la existencia de la humanidad, de los seres vivos y de nuestra Madre Tierra como hoy la conocemos; Read the rest of this entry »
Принимая во внимание, что изменение климата представляет собой реальную угрозу существованию человечества, всех живых существ и нашей Матери-Земли в том виде, в каком мы ее знаем сейчас, Read the rest of this entry »
我认为气候变化对人类的生存、生活和我们的地球母亲来说是一个巨大的威胁
正如我们所认知的: Read the rest of this entry »
私たちが今日気付いている通り、気候変動は、人類と生物、そして母なる
地球にとって現実の脅威であることを考慮に入れ、 Read the rest of this entry »
En Copenhagen los países desarrollados debieron haber realizado compromisos sustanciales de reducción de gases de efecto invernadero para el próximo período después del 2012 según lo manda el protocolo de Kioto. En vez de cumplir con su obligación promovieron el mal llamado “acuerdo de Copenhagen” para matar el protocolo de Kioto y diluir su responsabilidad histórica.
¿Por qué el “Acuerdo de Copenhague” significa el fin para el Protocolo de Kioto? ¿Cuáles deberían ser los compromisos de los países desarrollados de reducción de gases de efecto invernadero a corto y mediano plazo? ¿Cómo se debería perfeccionar y mejorar el protocolo de Kioto para que cumpla con su propósito?
Este Grupo de Trabajo tiene el objetivo analizar como el Acuerdo de Copenhagen afecta al protocolo de Kioto y elaborar la propuesta de reducción de gases de efecto invernadero de los países desarrollados en cumplimiento y continuidad del Protocolo de Kyoto.
El concepto de “visión compartida” fue introducido por los países desarrollados en el Plan de Acción de Bali (2007) con el objetivo de definir una meta común de estabilización de incremento de la temperatura, que sirviera para presionar a todos los países a hacer reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero.
La discusión sobre “visión compartida” se volvió un tema central de las negociaciones porque un incremento de la temperatura promedio mundial de 2º centígrados implica la desaparición de varias islas, glaciares, especias animales y vegetales. La Asociación de Pequeños Estados Insulares (AOSIS), el Grupo Africano y los Países Menos Desarrollados propusieron que la meta estuviera muy por debajo de un incremento de 1,5º C, el Estado Plurinacional de Bolivia planteo que el objetivo debería estar próximo al 1º C para salvar a toda la humanidad y afectar lo menos posible a la Madre Tierra.
En el curso de las negociaciones, el Estado Plurinacional de Bolivia planteó que la “visión compartida” no podía limitarse a plantear una meta para el incremento de la temperatura y que había que discutir de manera integral cuales era las medidas financieras, tecnológicas y de modelo de “desarrollo” que debían compartirse para alcanzar la meta que se acordará.
¿Cuáles son los peligros de aceptar un incremento de 2º C? ¿Cuáles son los límites en el incremento de la temperatura y en la concentración de gases de efecto invernadero en la atmosfera por los que debemos trabajar a nivel mundial? ¿Qué debemos entender por una “visión compartida”?
Este Grupo de Trabajo analizará estas cuestiones y formulará propuestas al respecto.
El 75 % de las emisiones históricas de gases de efecto invernadero fueron producidos por los países llamados “desarrollados” donde habita el 20 % de la población mundial. Ahora todos tenemos que afrontar los impactos del calentamiento global, y los mas perjudicados serán los mas pobres, los países en desarrollo, las futuras generaciones y nuestra Madre Tierra.
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático reconoce esa obligación al afirmar que los países desarrollados tienen la responsabilidad histórica por dichas emisiones, y al sostener que ellos deben tomar la iniciativa para combatir el cambio climático, hecho que se expresa en la existencia del Protocolo de Kyoto donde los únicos países que hacen compromisos obligatorios de reducción de gases de efecto invernadero son los países desarrollados comprendidos en el Anexo I de dicho protocolo.
¿Cuáles son los componentes de la deuda climática? ¿A quien le deben los países desarrollados? ¿Cómo deben compensar o reparar el daño provocado?
Este grupo de trabajo tiene la misión de producir un texto que sistematice y profundice el concepto de deuda climática, sus componentes, los acreedores y las formas de compensación
Si todos somos parte de un solo sistema interdependiente ¿por qué sólo los seres humanos hemos de tener derechos y la naturaleza ha de ser tratada como un simple objeto funcional a los intereses de los hombres? Para garantizar los derechos humanos en el siglo XXI es fundamental reconocer que nuestra madre tierra también tiene derechos. Solo reconociendo y defendiendo los derechos de la naturaleza será posible restablecer el equilibrio en el planeta Tierra. Mientras la especie humana trate a la madre tierra como a un esclavo carente de derechos la humanidad no recuperará su humanidad.
¿Cuales son los derechos de la Madre Tierra? ¿Qué podemos hacer para promoverlos y defenderlos en el plano nacional, regional e internacional?
El desafió de este grupo de trabajo es reflexionar sobre estas cuestiones y construir colectivamente un proyecto de Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra.
“Cambiar el sistema, no el clima” es la consigna que recorre todo el mundo. Pero, ¿con que nuevo sistema vamos a cambiar el actual?, ¿qué nuevas alternativas se están construyendo desde lo local, lo nacional, lo regional y lo internacional frente al actual sistema de sobre consumo, derroche y mercantilización de todos los aspectos de la vida y la naturaleza? ¿Cuáles deben ser los principios fundamentales de ese “otro mundo posible y necesario”?
¿Qué características y como podemos construir un mundo que restablezca la armonía entre seres humanos y con la naturaleza para el vivir bien de toda la humanidad y nuestra madre tierra?
Este Grupo de Trabajo tiene por objetivo pensar, recuperar, analizar y desarrollar las alternativas estructurales al sistema capitalista para promover soluciones de fondo al problema del cambio climático.
Los gases de efecto invernadero son un efecto y no una causa. Lo que pretenden es controlar la fiebre sin tratar la infección que la produce. Hasta ahora los análisis se han concentrado en el estudio de la relación entre gases de efecto invernadero, incremento en la temperatura, e impacto sobre el planeta.
Lo que buscamos con este grupo de trabajo es promover el análisis de las verdaderas causas estructurales del cambio climático. Develar como y en que forma el incremento de gases de efecto invernadero son producto de un modelo de vida y de desarrollo como el sistema capitalista y otros basados en la premisa de la supremacía del ser humano sobre la naturaleza. Identificar sectores y ejemplos concretos en los cuales se visibiliza esa relación estructural entre el sistema y el cambio climático.
El desafío del Grupo de Trabajo es producir un documento que sistematice los análisis, argumentos, datos y ejemplos que ayuden a promover una discusión sobre las verdaderas causas estructurales del cambio climático.
Naciones Unidas, 19 ene (EFE).- Bolivia criticó hoy al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, por promover el acuerdo político alcanzado en la pasada cumbre sobre el cambio climático celebrada en Copenhague como la base para un futuro tratado global.
El embajador boliviano ante el organismo mundial, Pablo Solón, explicó que el llamado “acuerdo político” negociado en la capital danesa nunca fue adoptado y no se puede considerar un documento oficial. Read the rest of this entry »
(Nueva York, 18 de enero de 2010) En respuesta a los intentos de enviado de EUA para el clima, Jonathan Pershing, por echar la culpa al bloque latinoamericano del ALBA por el fracaso de las discusiones sobre el clima en Copenhague y la consecuente decisión de EUA de dejar de lado a NNUU en futuras discusiones sobre el clima, Pablo Solón, Embajador de Bolivia ante NNUU dijo lo siguiente:
“Los intentos deliberados de EUA por dejar de lado tanto a la democracia como a la justicia en el debate sobre la política climática, está tomando a la humanidad como rehén – y será visto como algo temerario, así como inmoral por futuras generaciones”.
Pulchetun = es un concepto mapuche y en mapuzugun (el idioma mapuche) significa: “hacer correr la flecha mensajera”. Una red de información sobre el acontecer mapuche. http://www.mapuche-nation.org

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Campaña Nacional de Firmas por el NO a la Minería Química a Cielo Abierto
y la Minería Nuclear en todas sus formas

Los ciudadanos del territorio argentino decimos NO a la minería química con la modalidad a "cielo abierto" y a la minería radiactiva en todas sus modalidades (cielo abierto o por galerías).

  • Pedimos la nulidad y derogación de la Ley de Inversiones Mineras (Ley Nacional 24.196) y normas complementarias.
  • Exigimos la derogación y anulación por parte de la República Argentina del "Tratado de Integración Minero Argentino-Chileno".
  • Reclamamos el cierre definitivo y la recomposición del ambiente, según el art. 41 de la Constitución Nacional, de todas las minas abandonadas y aquellas que están funcionando y no respetan la ley general del ambiente (ley nº 25675).
  • Pedimos previa autorización expresa para la utilización de recursos hídricos compartidos de las poblaciones de las provincias potencialmente afectadas por un emprendimiento minero que se expresarán por referéndum y demandamos la participación de la autoridad ambiental nacional en caso de efectos ínter-jurisdiccionales.
  • Pedimos se respeten estrictamente los principios ambientales preventivo, precautorio y de sustentabilidad contenidos en la ley general del ambiente y la sanción de caducidad de las concesiones mineras en caso de incumplimiento.
  • Reclamamos la detención y prisión de los empresarios mineros que contaminan el medio ambiente con sus delitos y la misma condena para los funcionarios públicos cómplices.
  • Denunciamos los planes nucleares que se fomentan desde el gobierno y enriquecen a los empresarios mineros que desarrollan emprendimientos mineros radiactivos.
  • Reclamamos expresa "Licencia Social" y participación ciudadana real y efectiva previas a los procesos de autorización de actividades mineras.

¡Sí a la vida y a la dignidad! ¡No al saqueo, destrucción y contaminación!

¡Sumá aquí tu firma a este reclamo!